En el establo

Takuto habia llegado al establo rapidamente, era un lugar perfecto para esconderse de aquel peligro, su temor hizo que el pequeño se refugiara cerca de donde estaba Lily, el caballo parecia que no le molestaba la presencia del niño, dejo que este se escondiera cerca de ella. El pequeño se sento en forma de bola, estaba bastante asustado y temblando por aquello.

Musa llego hasta donde estaba Lily y vio que ahi estaba takuto, sabia que ese seria el mejor lugar para Takuto ya que Lily lo protegeria muy bien.

- Te gusta la vieja lily?, ven, vamos a dar un paseo y quieres. Dijo Musa estendiendole la mano.

El pequeño solo se limitaba a temblar de miedo, talvez musa no habia sentidop muy bien la sed de sangre de aquel vampiro pero Takutro era muy sensible a ese tipo de sensaciones, el niño se hizo mas aun contra la pared y se puso mas cerca de Lily.

Musa le dio una galleta a Lily y se sento a un lado de el niños.

- Tienes miedo...yo tambien, lo he sentido, sobre todo cuando te escapas..... DIjo Musa mirando a Lily. - Sanes... en cierto modo somos parecidos...ambos hemos perdido a nuestra familia de la misma manera. Dijo Musa sabiendo que el niño no entendia nada de lo que ella le decia.

El pequeño solo mira hacia abajo tristemente, mientras su flequillo cubre sus ojos imposibilitando ver sus ojos en ese momento, parecia estar bastante triste por la perdida de sus padres, aun asi como era un niño no entendia muy bien del todo lo que estaba pasando y porque.

Aprovechando eso, Musa se acerco a el y lo abrazo con fuerza, con amor.

- No esta solo, jamas te dejare solo. Dijo Musa con sinceridad.

El pequeño se deja abrazar y apoya su cabeza en el pecho de la chica mientras mantiene la misma mirada de tristeza. El pelodel chico aun podia notarse impregnado de sangre y muy pegajoso a causa de esto, tenia algunas mechas de sus cabellos pegadas por culpa de aquel liquido rojo que se habia secado.

Musa le levanto la carita al niño y le seco las lagrimas.

- Que te parece si nos vamos a bañar en la tina? y te quitamos toda esa mugre?. Dijo sonriendo. y dandole una galleta.

Aquello que habia secado Musa no eran lagrimas mas bien eran pequeñas gotas de sudor que tenia el muchacho en todo el rostro, parecia que le hubiese entrado calor de repente.